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RECETA CON HISTORIA

¿Cuál fue el Menú de La Última Cena?

En la Última Cena de Jesús con sus discípulos, el pan y el vino se transustanciaron en cuerpo y sangre de Cristo, instituyéndose así la Eucaristía.

Más allá del Pan y el Vino.

Sobre aquella mesa hubo más alimentos además del pan y el vino.

La reunión se celebró, según los Evangelios, al atardecer del «primer día de los ácimos», esto es, el primero de la semana en que debía comerse pan hecho sin levadura en la masa, llamado pan ácimo.

La hostia que emplea la Iglesia Católica en la celebración de la Eucaristía es pan ácimo de harina de trigo, y tiene origen en la «matzá» que emplean los judíos en la celebración del Pésaj (festividad judía que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto).

A parte del pan y el vino, no conocemos con exactitud qué alimentos estuvieron presentes en aquella mesa. Javier Sierra, periodista y autor, entre otros libros, de La Cena Secreta, comenta: «sólo podemos elucubrar el posible menú de aquella importante cena, basándonos en la tradición que la Iglesia católica popularizó a partir del siglo IV».

Según la tradición judía, en tal fecha debe comerse cordero, al igual que con el pan, la celebración de la pascua judía debía consistir en un cordero pascual recién sacrificado, y parece ser que así fue en La Última Cena. El cordero es hoy día uno de los símbolos más importantes del cristianismo: “Cordero de Dios”.

Aunque, el Papa Benedicto XVI afirmó que «Jesús celebró la Pascua con sus discípulos probablemente con el calendario del Qumran, y por tanto, un día antes de la Pascua judía, y celebrada sin el cordero».

En 2015, los arqueólogos italianos Generoso Urciuoli y Marta Berogno, basándose en sus estudios, opinaron que el menú de la Última Cena podría haber incluido un cocido de verduras llamado ‘cholent‘, ‘jaroset‘ (un plato de sabor dulce), aceitunas con hisopo, hierbas amargas con pistachos y pasta de nuez.

Es probable que también hubiera sal en aquella mesa. Popularmente se cree que Judas Iscariote derramó sal durante la Cena y, además, la obra de Leonardo Da Vinci así lo recoge.